Las flores son para el verano, ¿o no?


El año pasado vino repletito de invitadas con coronas de flores, muchas, demasiadas diría yo, y he de confesar que fui la primera en caer rendida a este complemento tan versátil.

No he visto boda en la que no hubiesen por lo menos 3 invitadas coronadas con flores de todos los colores. Y ahora me viene a la mente un dicho, "que lo poco agrada, y lo mucho cansa" y reconozco que estaba en esta fase de inicio de odio repentino a todo tipo de flor en la cabeza. 

Pero cuando pensé que ya nada me podría sorprender, he visto estas fotografías que me han llamado tanto la atención, que he vuelto a caer rendida a los pies de las coronas de flores. 

Atención al colorido, la imaginación y ánimo a las valientes que se atrevan con estos looks. Yo soy demasiado vergonzosa como para llevarlas. 






¿Ahora qué me decís? ¿Han vuelto para quedarse? ¿O es que nunca se fueron? 

I.

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