Este 2017

Este 2017 quiero ir a más conciertos. Terminar de leer los libros que tengo empezados. Y empezar a leer todos los que acumulan polvo en la estantería y que todavía no me ha dado tiempo a leer.

Este 2017 quiero seguir disfrutando de la gastronomía de Madrid. Recorrer los barrios que aún no conozco y volver a aquellos que hace mucho que no piso.

Este 2017 quiero recordar que las cosas importantes de la vida vienen en frasco pequeño. Que la ilusión es lo último que se pierde. Y que quien quiere, puede.

Este 2017 quiero ser más feliz con los míos. Volver a enamorarme de él y seguir disfrutando cada minuto como llevamos haciendo desde que sonaron las campanadas.

Este 2017 quiero volver a escribir. Sin pausa pero sin prisa. Lo que me apetezca en cada momento y sobre todo, lo que salga del corazón.


Mi guía particular de... Barrio de las Letras

"Alta gastronomía a tu alcance". 

Así se define el restaurante Triciclo, nueva propuesta gastronómica en la capital de la mano de 3 grandes de la cocina, David Alfonso, Javier Mayor y Javier Goya, cuya experiencia en sitios como DiverXo se considera un plus. 



Fuimos un día de diario, queríamos celebrar mi cambio de trabajo en un sitio diferente y especial, y habíamos oído tan buenas críticas de este restaurante que no lo dudamos. Previa reserva un par de días antes, por si las moscas, allí nos presentamos con la ilusión de quién va a probar algo de lo que tanto le han hablado y con el miedo de salir decepcionado por las altas expectativas. ¡Ni mucho menos!

Lo primero que me sorprendió fue el local, acogedor y rústico, lleno de pequeños detalles y con el blanco y la madera como símbolos indiscutibles. Nos sentamos al fondo, en una mesita para 2, amplia, lo que ya a veces es mucho pedir, y separada del resto de mesas a una distancia considerable. Lo segundo que me llamó poderosamente la atención fueron los camareros. Educadísimos y con esa predisposición a ofrecerte su ayuda para elegir entre los muchos platos de la carta, de los que saben aconsejar y lo hacen bien, y lo mismo te sugieren un vino porque ese año la uva que lo distingue ha sido muy buena como que te dicen por qué se incluyen esas setas y no otras debido a su sabor en un plato en concreto. 

Sin embargo no fue vino lo que pedimos, sino dos cervezas Alhambra que tan ricamente saben en una buena celebración. De los platos, aunque la carta de otoño (ojo, la cambian cada estación) era super apetitosa, nos dejamos guiar por los consejos de nuestra camarera, y pedimos casi todo fuera de carta. Ah! y hay raciones, medias raciones y tercio de ración, que es un pro si queréis probar muchos platos.  Lo mejor, el besugo marinado, de diez! Eso sí, el ceviche nikkei y las gambas, shiso y mango no se quedaron atrás. 

La cocina me pareció espectacular, y lo digo de verdad, ya estoy un poco cansada de que en todos los sitios se coma lo mismo (estoy del humus y del tartar de atún que me sale por las orejas!). 

En definitiva, si no habéis ido, deberíais. 

Se que soy lo peor, y el tema foto todavía no está muy desarrollado, se me olvida, qué lo voy a hacer, pero prometo si esta sección tiene su acogida, ir publicando fotos de los platos porque es verdad, os lo merecéis!


Localización: Barrio de las letras, C/ Santa María 28

Precio: 30-35 euros persona, con cuatro cervezas y sin postre (no podíamos comer más)




Pd. Más gastro en Retiro y Malasaña 

El básico de Longchamp

En las últimas semanas he viajado mucho en avión, tanto por motivos laborales como para disfrutar de unas maravillosas vacaciones en Tailandia como habréis podido ver por mi IG. 

Todos estos vuelos han tenido un denominador común, el irónico bolso shopper de Longchamp Le Pliage. No ha habido ningún trayecto en el que al menos no hubiera cinco pasajeras con este clásico de la firma francesa, en cualquiera de sus colores y tamaños, y esto es algo de lo que hace años ya me había percatado. 


Ante estos casos siempre me pregunto el por qué. ¿Casualidad? No lo creo. ¿Moda pasajera? Tampoco, ya hace muchos años que me persigue. ¿Entonces? Para mi no es un bolso que destaque por tener un diseño espectacular, por lo que he llegado a la conclusión de que debe ser comodísimo para viajar. 

Esto es lo que la firma dice de él: 
El bolso Le Pliage se inspira en el arte japonés del origami. Sencillo, pero totalmente ingenioso, se ha convertido en un modelo de culto en el mundo entero. La línea Le Pliage se presenta en una variedad extraordinaria de diseños y tamaños, disponibles en una docena de colores cada temporada. Perfecto para el día a día, Le Pliage es ligero como una pluma, se pliega quedando reducido al tamaño de un libro de bolsillo y es lo suficientemente resistente como para tener a mano todos los indispensables.
Lleva en el mercado desde 1993, en varias tallas, distintos modelos en piel o nylon, y con opción de personalizarlos en la página web.

Por si os queda alguna duda, aquí podéis comprobar que aunque casi siempre va asociado a viajes, también es super práctico para el día a día.





Yo creo que antes o después será mío. ¿Y vosotras? ¿Os decidís?

I.